6/2/09

- al filo

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Las sombras se alargan ocupándolo todo en un pretérito que se empeñó en ser futuro, una espantosa quietud en el filo de lo deshabitado convierte los pequeños brillos en caminos impenetrables. Rosas marchitas se visten de tristeza buscando en vano alguna leve ingravidez desorientada y fugitiva. Todo es silencio y vacio, mientras, un alma atormentada y sola, fenece.


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