27/6/09

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Aquí me hallo en una especie de callejón donde mi existencia se haya detenida, al final, ya ni la esperanza, ni el ocaso, sólo una negra boca de lobo se adivina, como compañía este locuaz dolor, acaso ya mi único placer. Quién me descubrirá sueños, dónde descansará mi sosiego si tú no estás?
No quiero, no quiero, no quiero....Como aquella niña de tres años que por primera vez es consciente de que nada permanece, y, patalea y se rebela entre llantos a la evidencia "Mama, yo no quiero morir", "Dios, yo no quiero que pase, no quiero ¡NO!"